La formación profesional en España: cifras de 2025

Pública

 

La Formación Profesional española ha experimentado una transformación extraordinaria durante 2025, consolidándose como una de las alternativas educativas más valoradas y demandadas del sistema formativo nacional, con cifras que reflejan no solo un crecimiento cuantitativo espectacular sino también un cambio cualitativo profundo en la percepción social sobre este tipo de estudios. Los datos oficiales publicados por el Ministerio de Educación, Formación Profesional y Deportes confirman que el alumnado total matriculado en FP ha alcanzado la cifra histórica de 1.188.901 estudiantes durante el curso 2024-2025, representando un incremento del 4,7% respecto al curso anterior con 53.121 alumnos más, una tendencia ascendente que se mantiene de forma consistente desde hace varios años y que contrasta notablemente con el descenso demográfico que afecta a otras etapas educativas. Esta evolución positiva coincide además con el descenso del abandono educativo temprano, que en 2024 registró su mínimo histórico situándose en el 13%, una mejora significativa si consideramos que en 2014 esta cifra alcanzaba el 21,9%, evidenciando que la FP está cumpliendo su función de retener talento y ofrecer alternativas formativas atractivas para jóvenes que anteriormente abandonaban el sistema educativo.

 

El ecosistema formativo de la FP española ha sabido adaptarse magistralmente a las demandas de un mercado laboral en constante evolución, donde la especialización técnica y las competencias prácticas han adquirido un valor estratégico fundamental. Plataformas especializadas como centrosfp.com reflejan esta realidad através de la creciente demanda de información sobre ciclos formativos, con búsquedas que se han incrementado exponencialmente entre usuarios que buscan alternativas formativas que combinen rigor académico con empleabilidad inmediata. La nueva Ley Orgánica 3/2022 de Ordenación e Integración de la Formación Profesional, junto con el Real Decreto 69/2025 que desarrolla los aspectos y herramientas de gestión del Sistema Nacional de FP, ha creado un marco normativo innovador que flexibiliza itinerarios formativos, reconoce aprendizajes previos y facilita la permeabilidad entre diferentes niveles educativos, contribuyendo significativamente al atractivo creciente de estos estudios.

 

Distribución por niveles y tendencias de crecimiento

 

El análisis detallado de la distribución del alumnado por niveles formativos revela patrones de crecimiento diferenciados que reflejan las preferencias de los estudiantes y las demandas del mercado laboral. El Grado Superior concentra la mayor parte de la matrícula con 626.099 estudiantes, experimentando un crecimiento del 4,8% que equivale a 28.591 alumnos más respecto al curso anterior, confirmando que los jóvenes españoles valoran cada vez más la posibilidad de acceder a formaciones técnicas avanzadas que les permitan incorporarse al mercado laboral con competencias altamente especializadas o continuar estudios universitarios sin las limitaciones tradicionales de la selectividad. Por su parte, el Grado Medio registra 470.096 estudiantes con un incremento del 4,2% que representa 19.066 alumnos adicionales, evidenciando que esta modalidad mantiene su papel fundamental como primera especialización técnica para jóvenes que finalizan la educación secundaria obligatoria y buscan alternativas prácticas a los itinerarios académicos tradicionales.

 

La FP Básica, aunque con cifras absolutas menores, muestra también tendencias positivas que confirman su efectividad como medida de prevención del abandono educativo temprano. Los datos de 2025 indican que aproximadamente 92.706 estudiantes cursan esta modalidad, representando un incremento sostenido que demuestra su capacidad para retener en el sistema educativo a jóvenes que de otro modo podrían abandonar sus estudios sin cualificación profesional alguna. Esta modalidad formativa ha demostrado ser especialmente efectiva para estudiantes con dificultades académicas o desinterés por enfoques puramente teóricos, ofreciéndoles una segunda oportunidad através de metodologías más prácticas y conectadas con el mundo laboral real.

 

Las proyecciones para el próximo curso académico 2025-2026 apuntan hacia una consolidación de estas tendencias de crecimiento, con estimaciones que sitúan la cifra total de estudiantes de FP por encima de 1.200.000 matriculados, lo que convertiría a España en uno de los países europeos con mayor penetración de la formación profesional en su sistema educativo. Este crecimiento sostenido refleja no solo el éxito de las políticas públicas implementadas sino también un cambio cultural profundo en la valoración social de los estudios técnicos y profesionales.

 

Sectores formativos más demandados y empleabilidad

 

El análisis sectorial de la matrícula en FP revela concentraciones significativas en familias profesionales directamente relacionadas con sectores económicos de alta demanda laboral y perspectivas de crecimiento futuro. Los ciclos formativos de la familia de Informática y Comunicaciones mantienen su liderazgo con más de 180.000 estudiantes matriculados, reflejando la digitalización acelerada de todos los sectores económicos y la demanda creciente de profesionales con competencias tecnológicas avanzadas. Le siguen en importancia las familias de Sanidad con aproximadamente 150.000 estudiantes, Administración y Gestión con 140.000, y Servicios Socioculturales y a la Comunidad con 110.000 matriculados, todas ellas relacionadas con sectores que han demostrado gran resistencia a las fluctuaciones económicas y que ofrecen perspectivas de empleo estables y bien remuneradas.

 

La empleabilidad de los graduados en FP continúa siendo uno de los indicadores más sólidos del éxito de este sistema formativo, con tasas de inserción laboral que superan el 75% en la mayoría de especialidades y que alcanzan el 85% en sectores específicos como energías renovables, ciberseguridad, automatización industrial y atención sociosanitaria. Estos datos, que se mantienen consistentemente por encima de las tasas de empleabilidad de muchas titulaciones universitarias, confirman que el mercado laboral español valora especialmente las competencias prácticas y la especialización técnica que caracterizan a los graduados en FP. La duración media de búsqueda de empleo para estos titulados se sitúa en torno a los 3,5 meses, significativamente inferior a la media nacional, y los salarios iniciales oscilan entre 18.000 y 28.000 euros anuales según especialidad, con perspectivas de crecimiento que pueden superar los 35.000 euros tras cinco años de experiencia profesional.

 

Innovaciones del sistema y adaptación tecnológica

 

La integración de la inteligencia artificial y las tecnologías emergentes en los currículos de FP representa una de las innovaciones más significativas del sistema durante 2025. Más de 200 ciclos formativos han incorporado módulos específicos relacionados con IA, big data, internet de las cosas y ciberseguridad, asegurando que los futuros profesionales técnicos estén preparados para trabajar en entornos laborales cada vez más digitalizados y automatizados. Esta adaptación tecnológica no se limita a las especialidades obviamente relacionadas con la informática, sino que se extiende a sectores tradicionales como automoción, donde los vehículos eléctricos y autónomos requieren nuevas competencias, o salud, donde la telemedicina y los dispositivos inteligentes están transformando la práctica profesional.

 

La modalidad dual, que combina formación teórica en centros educativos con aprendizaje práctico en empresas, ha experimentado un crecimiento exponencial alcanzando aproximadamente 45.000 estudiantes durante 2025, un incremento del 35% respecto al curso anterior. Esta modalidad ha demostrado tasas de empleabilidad superiores al 90%, con la ventaja adicional de que muchos estudiantes son contratados por las mismas empresas donde realizaron su formación práctica. El éxito de la FP dual ha motivado la ampliación de convenios con empresas de todos los sectores, desde multinacionales tecnológicas hasta pequeñas empresas locales que reconocen el valor de participar en la formación de futuros profesionales especializados.

 

Las cifras de la Formación Profesional española durante 2025 reflejan un sistema educativo maduro, dinámico y perfectamente alineado con las necesidades del mercado laboral contemporáneo. El crecimiento sostenido de la matrícula, la diversificación de la oferta formativa, la alta empleabilidad de los graduados y la capacidad de adaptación a las innovaciones tecnológicas posicionan a la FP como uno de los pilares fundamentales del sistema educativo español y como herramienta clave para el desarrollo económico y social del país, confirmando que esta modalidad formativa ha dejado de ser una alternativa secundaria para convertirse en una opción de primera calidad que compite ventajosamente con itinerarios universitarios tradicionales.

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